Llegó el momento, después de un año esperando, mañana me marcho al camping. Muchos pensareis que es un aburrimiento apartarse del mundo durante 10 días sin ordenador, y sin casi conexión con el mundo exterior. Pero lo que es cierto es que si lo disfrutaseis la mitad de lo que yo lo hago me entenderíais. Allí soy como en realidad quiero ser, mi rutina consta en levantarme y disfrutar del aire puro, del agua congelada del rió que me rejuvenece con solo rozarla, de leer bajo los chopos, de visitar los lugares que año tras año visito y de caída la noche pedir un deseo por cada estrella fugaz que pille en el cielo. Cosas simples, pero que a mi me bastan para pasar el resto del año esperando que llegue la segunda quincena del mes de Agosto. Llevo 15 años yendo al mismo lugar, 15 años rodeada de la misma gente, 15 años en los mismos paisajes que poca gente podría decir que conoce, 15 años de cortijos abandonados y demás cosas que a lo largo de los años se ha grabado a fuego en mi recuerdo y que año tras año me sorprenden aún más. Si tenéis oportunidad darle una oportunidad a este tipo de experiencias, merecen mucho la pena, en serio.
P.D: Este año va a ser memorable, mi mejor amiga se une a mi aventura de este verano, con eso os lo digo todo.